martes, 20 de abril de 2010




SÓCRATES:

Sócrates es el fenómeno pedagógico más formidable en la historia de Occidente.
Nadie le igualaba en agudeza de observación para seguir los pasos a la juventud que se iba desarrollando. Era el gran conocedor de hombres cuyas certeras preguntas servían de piedra de toque para pulsar todos los talentos y todas las fuerzas latentes y cuyo consejo buscaban para la educación de sus hijos, los ciudadanos más respetables.

Surgía así en Atenas, una gimnasia del pensamiento que pronto tuvo tantos partidarios y admiradores como la del cuerpo y que no tardó en ser reconocida como una nueva forma de la paideia. La filosofía que Sócrates profesa, no es un simple proceso teórico de pensamiento, sino que es al mismo tiempo una exhortación y una educación, pretendiendo el alcanzar el ¨areté¨, la excelencia.

La ¨ironía¨, o humor peculiar de Sócrates, por ejemplo, y su actitud característica de ¨duda socrática¨, sólo nos son conocidas gracias a Platón; el Sócrates de Jenofonte no tiene dudas acerca de nada y no se le puede achacar ningún humorismo. Es evidente que sin Platón no tenemos material para una biografía coherente de Sócrates que pudiera arrojar alguna luz sobre su personalidad. Platón fue el inventor del diálogo socrático como forma literaria: su propósito era el mantener viva la memoria de un gran hombre y de una gran época, y ésta (los diálogos) era
la forma más perfecta de lograr ese objetivo.

Sócrates, hijo de Sofronisco y de Fenarete, de la tribu Antióquida, y del deme o, como diríamos nosotros, la parroquia o barrio de Alopece. Nació en el año 470 a.de c. y fue condenado a muerte en el año 399 a de c. (71 años)

Cuando Sócrates nació, Pericles era todavía muy joven; Sófocles y Eurípides eran adolescentes; Esquilo había dado a luz su gran drama patriótico de Los Persas. Todas las nobles edificaciones y obras de arte que embellecieron Atenas en la época de Pericles, fueron comenzadas y terminadas ante sus ojos.

Se llama ignorante por la misma razón por la que no aprecia la sabiduría de que se vanaglorian algunos de sus contemporáneos: posee un sólido y exacto patrón de lo que debe ser el verdadero saber, y por consiguiente, sabe cuán lejos están, él y todos los demás, de alcanzar ese patrón.

Su vida entera fue un señalado ejemplo de la veneración a la ley.
¨Me reúno con mis amigos para poner al descubierto los tesoros que los antiguos varones sabios dejaron en rollos de pergamino, y si en ellos encontramos una cosa buena, nos quedamos con ella, y pienso que hemos conseguido ganancia grande si nos hemos hecho amigos¨, solía manifestar Sócrates, haciendo honor a la importancia que le daba al sentimiento de la amistad y al valor de los conocimientos humanos adquiridos por sabios anteriores a ellos.

Abogaba Sócrates para que la humanidad conociera lo único que importa saber: cómo conducir rectamente la vida, como cuidar su propia alma y hacerla tan buena como fuera posible, padeciendo todos una ceguera universal en este asunto.

Sócrates, fundador de la Ética.

Sócrates es condenado a beber la cicuta, en cumplimiento del deber al acatar la ley ateniense, la que siempre promulgó por su respeto, por las siguientes acusaciones:

• No rendir culto a los dioses a quienes rinde culto el Estado, sino de introducir prácticas nuevas y poco conocidas,

• Corromper a los jóvenes

Declarado por el oráculo como el más sabio de los hombres, describiendo sin la menor reserva cómo aquello lo había llevado a tomar sobre sí la tarea de convencer a unos y a otros, de los principales hombres de Estado hacia abajo, de su vergonzosa ignorancia del único género de conocimiento que es de suprema importancia: el saber cómo hacer el alma de uno mismo y las de los demás tan buenas como sea posible.

En la medida que se puede afirmar, fue Sócrates quien creó el concepto de alma, que desde entonces ha dominado el pensamiento europeo. Durante más de dos mil años el europeo civilizado ha supuesto que tiene un alma, algo que es la sede de su inteligencia y de su carácter moral.

Según Sócrates, la verdad tiene que ser alcanzada por la fuerza del diálogo, o debate, que puede ser llevado a cabo entre dos investigadores, o también dentro del corazón de un solo investigador, cuando su alma se pregunta a sí misma y responde a sus propios interrogantes. Este método de confrontación de argumentos o teorías rivales, es el denominado método dialéctico (o de conversación).

El problema que había dejado perplejo a Sócrates era el de la ¨generación y la corrupción¨. ¿Por qué aparece una cosa en el mundo o por qué desaparece de él? ¿Por qué muestra una cosa alguna cualidad que antes no tenía, o pierde otra que tenía?: ¨Una cosa es lo que es, tiene los caracteres que tiene, porque participa de las Formas de las cuales participa¨.

Sócrates, sólo tuvo un solo sucesor: Platón.

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